


Conoce al equipo: Silke Eisermann – Engel & Völkers Llucmajor
En esta serie de entradas de blog nos gustaría presentarte a los miembros de nuestro equipo, para finalmente poner un rostro detrás de la empresa. En esta sección os presentamos a Silke Eisermann, una de nuestras compañeras más queridas, cuyo carácter fun & friendly ilumina cada rincón de la oficina.
Los detalles:
Nombre: Silke Eisermann
Oficina: Engel & Völkers Mallorca South– Llucmajor
Años en la empresa: 10 años
Área de enfoque: Senior Sales Agent
Perspectivas:
¿Cuántos años llevas en la empresa?
Llevo en Engel & Völkers Llucmajor desde hace 10 años.
¿Cuánto tiempo llevas viviendo en Mallorca?
Vivo en Mallorca desde abril de 1994, así que ya son 31 años disfrutando de la isla.
¿Dónde creciste?
Crecí en NRW, en la región del Ruhr, conocida cariñosamente como "el Pott". Allí somos conocidos por nuestro carácter alegre y por no callarnos nunca.
¿Qué te llevó a mudarte a Mallorca?
Sin duda, lo que me atrajo de Mallorca fue su clima, su impresionante naturaleza y su ambiente internacional, que la convierten en un lugar ideal para establecerse. Pero lo que realmente me enamoró fue su estilo de vida: aquí se vive al aire libre, se disfruta de la compañía de amigos que se convierten en familia y se respira una energía positiva única. Me encanta la generosidad de la gente en Mallorca; no hay envidias, al contrario, celebran el éxito de los demás y comparten lo que tienen, sin importar cuánto sea. Esa mentalidad crea una comunidad especial en la que es un placer vivir.
¿Qué es lo que más te gusta de la isla?
Lo que más me fascina de Mallorca es su increíble diversidad. Aquí puedes disfrutar de mar, montaña, ciudad y encantadores pueblos, todo a poca distancia. Aunque realmente solo hay dos estaciones al año, cada una tiene su propio encanto, y la luz transforma los paisajes, haciendo que el mismo lugar se vea distinto según la hora del día. Además, la isla ofrece una riqueza gastronómica extraordinaria y una multiculturalidad que la hacen aún más vibrante y especial.
¿Qué te llevó a dedicarte al sector inmobiliario y cómo terminaste en Engel & Völkers?
Siempre me ha apasionado el trato con las personas y el poder ayudarlas a encontrar aquello que realmente se adapte a sus necesidades. El sector inmobiliario me brinda la oportunidad de conectar a las personas con su hogar ideal, algo que considero muy gratificante. Mallorca, con su estilo de vida único y su oferta variada, es el escenario perfecto para hacerlo.
Engel & Völkers siempre me llamó la atención por su profesionalismo y su enfoque internacional. Cuando surgió la oportunidad de unirme al equipo de Llucmajor, no lo dudé. Aquí he encontrado un ambiente de trabajo dinámico, con compañeros excepcionales y una filosofía que encaja perfectamente con mi forma de trabajar: acompañar a cada cliente con dedicación y cercanía en una de las decisiones más importantes de su vida.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Lo que más disfruto de mi trabajo es ayudar a las personas a encontrar su hogar ideal en un lugar tan especial como Mallorca. Cada cliente tiene necesidades y deseos únicos, y es muy gratificante poder guiarlos en ese proceso tan significativo. También valoro la diversidad de cada jornada, conocer a personas de diferentes culturas y sentir la satisfacción de ver a mis clientes felices con su decisión. Cada transacción es única, lo que hace que mi trabajo sea siempre emocionante y lleno de nuevos retos.
Cuéntanos cuál ha sido tu venta o acuerdo favorito (o más memorable) con un cliente:
Cada venta es especial para mí, porque cada cliente es único y cada proceso tiene sus propias particularidades. Algunos casos son más sencillos, otros más complejos, y las propiedades pueden variar en valor, pero lo que realmente importa es escuchar a cada persona y comprender sus necesidades para encontrar el hogar perfecto para ellos. La mayor satisfacción viene de saber que he contribuido a que alguien encuentre el lugar donde construir su vida.
Como extranjera, ¿alguna vez has sentido que no fuiste bien aceptada?
Aunque ya llevo más tiempo viviendo en Mallorca que en Alemania, para mi círculo cercano siempre seré "la alemana". Me lo dicen con cariño, sobre todo porque soy la única que llega puntual a las citas, fiestas y cenas, ¡y porque soy muy organizada con la agenda!
A pesar de esto, siempre me he sentido muy bien acogida. La gente en Mallorca es cálida y generosa, y desde el primer día me hicieron sentir parte de la comunidad. Nunca he sentido rechazo, todo lo contrario: aquí se valora la diversidad y las diferentes perspectivas, lo cual hace que vivir en la isla sea una experiencia enriquecedora y muy gratificante.